Este libro esquiva las tradicionales -y frías- reflexiones realizadas por muchos intelectuales y aborda el tema desde su costado más singular: Una mixtura entre ficción y realidad que no solo desconcierta, sino también atrapa. De prosa culta, inquieta y sarcástica, pero por sobre todo novedosa.

Con Luanda y Lisboa como epicentros, la experiencia de vida de la autora insufla volumen a cada una de sus observaciones mientras que su prosa poética e inteligente les resalta su nervio más atractivo. Lo que comienza con el cabello rizado y la costumbre social, y aparentemente trivial, de visitar peluquerías, termina siendo una novela atravesada muy hondamente por temas controversiales para el migrante africano: la tradición tribal de sus ancestros en medio de la sociedad blanca europea, el pasado familiar que discute con el presente personal, la responsabilidad de ser portavoz identitaria de toda una generación de mujeres afro y la dificultad de encontrar sitio confortable entre los cánones tradicionales.

“La alienación ancestral surge en la historia del cabello como algo a lo que se le exige silencio, una condición de la que el cabello podría ser subterfugio ennoblecido, una victoria de la estética inequívocamente. Mis muertos están, por lo tanto, en crecimiento. Hablo y vienen como versiones de lo que fueron que no recuerdo. Esta no es la historia de sus posturas mentales, a lo que no me atrevería, sino la de un encuentro de la gracia con la arbitrariedad, el encuentro del libro con su cabello.”