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El maestro de Go de Yasunari Kawabata

el maestro de go

yasunari kawabata

Para comenzar este menú quizás sería adecuado explicar brevemente el objetivo del Go.
Así como en ajedrez, el Go es un juego de estrategía donde los participantes representan colores opuestos. Estos deberán ir colocando fichas en el tablero simultáneamente, hasta ocupar la mayor cantidad de casilleros posibles. Cuando una pieza es rodeada en sus cuatros lados por piezas del atacante, este último puede tomarla y quitarla del tablero. El juego termina cuando ambos consideran que ya no es pertinente colocar más piezas.

El maestro de Go podría valorarse como una narración personal de carácter periodística, de la última partida antes del retiro de uno de los jugadores más emblemáticos de la historia del juego en Japón: Honninbo Shusai. Este último encuentro del maestro, es popularizado y fomentado económicamente por un diario y revista de Go, invitando a escritores y medios de comunicación a lo largo del país. Kawabata -como personaje- es un joven periodista y entusiasta del juego, que acaba por involucrarse tanto laboral como emocionalmente con el evento. Llegando así a vincularse directamente tanto con el maestro Shusai, como con el joven retador y futura promesa: Otake.

Basada en una historia real, la partida duraría seis largos meses, y tendría lugar en el año 1938, finalizando muy poco antes del comienzo de la segunda guerra mundial. Es así como el escritor Japonés, nos otorgará una fuerte reflexión personal sobre la transición cultural y generacional que Japón estaba experimentando en ese momento. La fuerte modernización que venía avasallando a lo largo de los años es representada en la figura de la joven promesa, en cuento el maestro será el vértice con el cual rememoramos las costumbres de la nación. El juego de Go, se convierte en un símbolo de las viejas tradiciones japonesas. El enfrentamiento refleja la tensión entre lo antiguo y lo nuevo, el respeto por las formas tradicionales y el avance inevitable de la modernidad. Kawabata, se torna contemplativo para explorar los sentimientos de pérdida y nostalgia por una época que se desvanece.

Una novela que ofrece una meditación sobre la belleza efímera y la fragilidad de la vida, sobre la modernidad, la tradición y el paso del tiempo, destacando la elegancia del Go como un arte y una filosofía

Yasunari Kawabata

Yasunari Kawabata (川端 康成, 1899-1972) fue un renombrado escritor y el primer autor japonés en recibir el Premio Nobel de Literatura en 1968. Nacido en Osaka, quedó huérfano a una edad temprana, lo que influyó profundamente en su visión de la vida y la muerte, temas recurrentes en su obra. Estudió literatura en la Universidad Imperial de Tokio y fue uno de los fundadores del movimiento literario Shinkankakuha (Escuela de la Nueva Sensibilidad).

Así como en el Maestro de Go Kawabata explora mediante el juego de tablero la estética de lo efímero, en otras de sus obras también utiliza elementos típicos de la cultura japonesa para llevar a cabo una reflexión más profunda. Así es el caso de Mil Grullas, donde será el ritual de té aquel emblema que nos permitirá sumergirnos en los sentimentalismos del autor en relación a las tradiciones.

Yasunari Kawabata

También ha escrito, entre otras, la que quizás sea su obra más conocida: El país de la nieve (1948), en donde la figura de la geisha será aquella encargada de otorgar el sentido de lo nacional que continuamos viendo como patrón en su escritura. Otra de sus obras clave es: Lo bello y lo triste (1964), donde el arte visual en forma de pintura, encarnado en la figura de un amor lejano, será nuestro vértice. 

En la delicadeza de las tramas de Kawabata, que varían desde templadas y serenas como el Maestro de Go, hasta vertiginosas y de lujuria desenfrenada, hay un patrón de referencias a las tradiciones de Japón, que colocan a este escritor como un gran emblema de su cultura nacional, y un portavoz de país para el resto del mundo.

Honninbo Shusai

EL MAESTRO

hONNINBO sHUSAI

Fotografía del mismísimo maestro Hon’inbō Shūsai (本因坊秀哉, 1874-1940), nacido como Tamura Yasuhisa, fue un renombrado jugador de Go y el vigésimo primer jefe de la casa Hon’inbō, una de las cuatro principales casas de Go en Japón. Shūsai se convirtió en el líder de la casa Hon’inbō a una edad temprana, y su carrera estuvo marcada por su dedicación al juego y su defensa de las tradiciones del Go.

Shūsai se retiró del juego profesional en 1938, y su legado continúa influenciando a la comunidad de Go. Su estilo de juego era conocido por su profundidad estratégica y su habilidad para manejar posiciones complejas, haciendo de él un modelo a seguir para generaciones futuras de jugadores. Fue también un defensor del uso del sistema de rango tradicional de Dan en Go y tuvo un papel fundamental en la difusión del juego durante su tiempo como jefe de la casa Hon’inbō. En El maestro de Go, tendremos menciones sobre la nuevas formas de establecerse los rangos en el juego, basada más en la acumulación de partidas y el competitivismo, que en el virtuosismo irrevocable.

Kitani Minoru

Así como el Maestro fue un personaje emblemático, el mismísimo retador Otake también representa una figura del Go en la vida real conocida como Kitani Minoru. Consagrado por las altas esferas trás su victoria al maestro, esta joven promesa acabaría dedicando su vida entera a la valoración del juego. Convirtiéndose en maestro y llegando incluso a abrir su propia casa.

Las partidas de Go de ambas figuras han sido meticulosamente documentadas en registros que hoy son considerados documentos históricos de la nación. Hoy, irónicamente, gracias a la modernización, podemos tener una recreación digital de esta partida legendaria en su totalidad, y así lograr visualizar mejor los fragmentos más técnicos del libro. La partida entera aquí.

Tagorashi

togarashi

Shichimi Togarashi (七味唐辛子) es una especia japonesa poco conocida en Occidente. Se refiere comúnmente a una mezcla cuya traducción podría leerse como “siete sabores de especias”. La palabra Togarashi  (唐辛子) se refiere genéricamente a los chiles o pimientos picantes en japonés. “Shichimi” (七味) significa “siete sabores” refiere específicamente a la mezcla de siete ingredientes diferentes que incluyen entre ellos, estos pimientos. Sin embargo, su predominancia en la mezcla, ha acabado por nombrarla comúnmente, como simplemente Togarashi.

Esta mezcla tradicionalmente incluye pimienta de cayena, piel de mandarina, semillas de sésamo, nori (alga marina), jengibre, y semillas de amapola o cáñamo. Se utiliza para sazonar una variedad de platos, como sopas, tallarines, y carnes, proporcionando un sabor picante y aromático. Es un ejemplo de cómo la cocina japonesa utiliza ingredientes simples para crear sabores complejos y equilibrados.

La mezcla de Shichimi Togarashi fue desarrollada por comerciantes de especias en Edo, la antigua Tokio. Su popularidad creció rápidamente debido a su versatilidad y capacidad para mejorar una variedad de platos. Una de sus utilizaciones más tradicionales es el Yakitori: Brochetas de pollo marinadas y asadas, espolvoreadas con togarashi para un toque picante.

Jisei no ku

Yukio Mishima

El último samurai

El Go ha sido un juego popular en Japón desde su introducción desde China hace más de mil años. Durante el periodo Edo, el juego fue institucionalizado con el establecimiento de cuatro casas de Go (Hon’inbō, Inoue, Hayashi, y Yasui), cada una patrocinada por el gobierno. Este apoyo estatal ayudó su popularización, e incluso impulsó una forma de mediación entre la clase samurai y los daimyos, la nobleza feudal. La habilidad para jugar Go no solo se consideraba un pasatiempo, sino también una forma de desarrollar la estrategia y el pensamiento táctico, cualidades esenciales para los guerreros.

Es importante remarcar que la historia de Japón comienza en el año 500 a.c, y ha pasado por muchísimos cambios en materia de unidad, y de descentralización del poder. Sin embargo, el cambio de periodo entre la era Edo (1603-1868) y la era Meiji (1868-1912), fue probablemente la más destacada en lo que involucra a la occidentalización de la cultura japonesa.

El periodo Edo, Se caracterizó por una estricta jerarquía social dictaminada por régimen feudal bajo el control de los shogunes (gobernadores) Tokugawa, que estableció una paz y estabilidad relativa en Japón, especialmente si tenemos en cuenta el hecho de que hablamos de una nación que ha pasado por más de 1500 años de guerra civil. Este periodo fomenta una política de aislamiento nacional (sakoku), limitando el contacto con el exterior. En donde la economía floreció, y hubo un auge en las artes y la cultura local. Terminó con la llegada del Comodoro Perry y su flota estadounidense en 1853, que forzó la apertura de Japón al comercio exterior.

En 1868, se instaura el Periodo Meiji que restauró el poder imperial bajo el emperador Meiji y puso fin al shogunato Tokugawa. Esto llevó a una serie de reformas radicales para modernizarse. Japón se transformó rápidamente en una nación industrializada, adoptando tecnologías y estructuras sociales occidentales. Se abolió el sistema feudal, se prohibió la cultura samurai, y se estableció un gobierno centralizado y un ejército moderno. Aquí comenzó un periodo de Japón en donde tomó un rol mucho más expansivo en materia de colonización externa.

Estos datos históricos toman relevancia en la elección de Yukio Mishima como poeta, si recordamos que el encuentro que narra el Maestro de Go entre el maestro Shusai y Otake, se desarrolla en el año 1938 y finaliza en 1939, momentos previos al estallido de la segunda guerra mundial. El involucramiento de Japón y el conocido final trágico de la guerra con la caída de las bombas en Hiroshima y Nagazaki, acabaron por exacerbar aún más la occidentalización de la isla que ahora, además, acabaría siendo reconstruida bajo la supervisión de los Estados Unidos.

Yukio Mishima

Nacido en 1925, Yukio Mishima fue uno de los escritores japoneses más importantes del siglo XX. Conocido tanto por su prolífica producción literaria como por su trágica muerte. Escribió novelas, cuentos, obras de teatro, poesías y ensayos. El mismísimo Kawabata haría mención a Mishima diciendo: “No entiendo como me han dado el premio Nobel a mi, existiendo Mishima. Un genio literario como el suyo lo produce la humanidad solo cada dos o tres siglos.

Luego de varios años de publicaciones de renombre mundial, y fuerte activismo político y nacionalista, incluido un importante juicio al Ministerio de Educación de Japón, en donde Mishima expone la necesidad de volver a las viejas formas y tradiciones de la cultura Japonesa. En 1968, El escritor funda el Tatenokai (楯の会, “Sociedad del Escudo”). Una organización paramilitar compuesta principalmente por estudiantes universitarios, creada con el objetivo de defender la cultura y los valores tradicionales que se consideraban en peligro debido a la occidentalización y el materialismo de la posguerra. Intentaron realizar un golpe de estado en la sede del Comando del Este de las Fuerzas de Autodefensa de Japón, en Tokio. Pidiendo restaurar el poder del emperador y devolver a Japón a sus raíces tradicionales. Sin embargo, el intento fue un fracaso. Mishima pronunció un discurso a los soldados desde el balcón del edificio, pero no logró convencerlos de unirse a su causa.  

El Jisei no Ku (辞世の句), no es simplemente un título, si no que es es una forma de poesía japonesa que se compone tradicionalmente antes de la muerte de una persona, a menudo por samuráis, y monjes. El término se traduce literalmente como “poema de despedida”. Y  expresa principalmente una aceptación, paz, o una visión filosófica de la muerte.

Yukio Mishima con sable de samurai

Momentos posteriores al discurso en el balcón, Mishima dejaría escrita una carta, de la que elegimos un fragmento, junto a un poema corto compuesto por 4 versos:

Las fundas de las espadas se agitan
tras años de espera.
Hombres valientes parten a caminar
sobre la primera helada del año.

Dejando así su propio poema de despedida, antes de suicidarse mediante Seppuku, una forma de suicidio ritual practicada por los samuráis para evitar el deshonor o para expiar sus faltas. También conocida como Hara-Kiri, ésta se realiza con una cuchilla corta, con el samurái cortándose él mismo el abdomen.

Su propio Jisei no ku, escrito antes de su suicidio ritual en 1970, junto con sus visiones para el futuro de japón, son un testimonio de su lucha. Una afirmación final de su compromiso con los valores tradicionales japoneses, un último esfuerzo para despertar a la nación de la pérdida de su esencia cultural en un mundo cada vez más moderno y occidentalizado. Mishima, quien admiraba profundamente los valores samurái, veía en el Jisei no ku y en el Harakiri una manifestación pura de esos ideales, un medio para expresar la pureza del espíritu samurái, y un valor que él sentía que Japón había perdido en su proceso de modernización y occidentalización iniciado durante el Período Meiji.

el album Kojiki de Kitaro

kojiki

Kitarō

La música tradicional japonesa abarca una variedad de estilos, el gagaku (música de la corte), el (teatro musical), y el bunraku (teatro de marionetas), entre otros. E Instrumentos tradicionales como el shamisen, el  koto y el shakuhachi son esenciales en estos géneros.

A lo largo del siglo XX y XXI, muchos artistas han trabajado para modernizar y fusionar estas tradiciones con la música contemporánea. Kitarō, un pionero de esta impronta musical, utiliza sonidos de instrumentos tradicionales mezclados con sintetizadores modernos. Su música ha sido elogiada por su capacidad para evocar paisajes sonoros y emocionales profundos, a menudo relacionados con la espiritualidad y la naturaleza.

El Kojiki (古事記), también nombre del disco, significa “registro de cosas antiguas”. Es posiblemente uno de los textos de mayor longevidad de Japón, compilado en el año 712. Reúne mitos, leyendas, tradiciones y eventos históricos del Japón antiguo, y es una fuente crucial para el estudio de la mitología japonesa y la historia temprana del país. Narra la creación del mundo y de la isla, los mitos de los dioses y sus descendencias, las hazañas de los emperadores, incluído Jimmu, el legendario primer emperador de Japón, hasta eventos históricos más recientes.

Kitaro, musica new age

Kitarō toma el concepto de Kojiki, una de las principales fuentes literarias sobre la espiritualidad de los antiguos japoneses, para llevarnos en un viaje sonoro, utilizando rítmicas tradicionales mezcladas con instrumentos modernos.

EL MAESTRO DE GO

FRAGMENTO

No es spoiler ninguno que en la novela, el maestro pierde el encuentro con la joven promesa Otake. Este último, recordemos que representa a otro importante jugador de Go: Kitani Minoru.

El argumento de la novela trasciende por completo la dinámica de la partida, utilizándola como recurso para exponer un cambio de paradigma entre las tradiciones y la modernización de la cultura japonesa. Sin embargo, trás la partida, Minoru fue consagrado como maestro de Go y acabó por tener una fuerte importancia en el devenir del juego y en su historia.

En la película El maestro de Go, aunque homónima al libro de Kawabata, la narrativa se centra en un personaje chino que se encuentra camino a la excelencia del juego. Go Seigen. En la escena que seleccionamos, esta joven promesa viaja a Japón para enfrentarse con ni más ni menos que con uno de los maestros más importantes del momento, el mismísimo Kitani Minoru.

Go Seigen también fue uno de los más importantes exponentes del Go. Estas figuras emblemáticas del juego, ya fuera de la trama ficcional de la película, acabarían siendo grandes amigos a lo largo de su vida, y terminarían por revolucionar completamente la disciplina 

Si la recreación de la partida histórica entre el maestro y Minoru logró captar tu atención, aquí dejamos la recreación en ASMR de la partida de Seigen y Minoru.

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Manjar