La vegetariana>
Han Kang
La representación del cuerpo, y la poética expresión del silencio.
La vegetariana se situa en un contexto social y cultural complejo, como es el de Corea del sur. Donde la diferencia de sexos, el consumismo y la presión por el desempeño personal tienen un papel fundamental. La historia gira alrededor de Yeonghye, una mujer que decide dejar de comer carne. Una decisión que desafía las normas de su entorno, y revela las tensiones sociales y personales que subyacen en su vida.
En Seúl, una metropolí que ha experimentado un desarrollo económico vertiginoso. La protagonista se enfrente a la incredulidad y el rechazo de quienes la rodea. A medida que avanza la narrativa, se evidencia una lucha interna que trasciende el tema de la alimentación, convirtiendose en una busqueda de identidad y resistencia, ante un mundo que intenta moldearla mediante sus propias reglas.
La novela se articula en la perspectiva de 3 personajes, en tres partes diferenciadas. La del marido, que la ve como un objeto. La de su cuñado, que la ve su acto de resistencia con orgullo y deseo, y la de su hermana, quién comienza a empatizar con ella.
Esta dinámica resalta la incomprensión y la violecia que enfrente a diario desde la visión de los que la rodean, y no de su propia experiencia. Su elección de dejar de comer carne se convierte en un acto de resistencia personal que desafía las experiencias de los demás.
En el centro de la vegetariana está el cuerpo. No solo como algo físico, si no como un lugar donde se libran tensiones que no son visibles a simple vista. Su cuerpo se mantiene en una manifestación de clara de su alineación y busqueda de autonomía. Es el símbolo mediante el cual expresa sus decisiones.