<h3>Suárez en Kosovo</h3>
<h4>Eric Barenboim</h4>
El famoso jugador uruguayo Leon Suárez es contratado por un club de la liga de Kosovo, sin embargo quien arriba al país en primera instancia es otro Suárez, su kinesiólogo Miguel.
A ninguno pareciera importarle la confusión y Miguel será el futbolista famoso para muchos por un largo tiempo. Incómodo por usurpar otra identidad, pero con la certeza de que le resulta conveniente, circulará por este recóndito país no tanto con el desparpajo de quien asume una personalidad nueva en una ciudad extraña sino más bien con la necesidad de moverse en una cartografía de vínculos fuertes y seguros. De esta manera, la narración no solo será la expresión absurda de una confusión sino, más que nada, resaltará el síntoma de una temeraria tendencia de la ciudad a la falsificación y el simulacro.
Aún no resilientes de su guerra y todavía fuertemente atravesados por la soledad, la dispersión y el abandono harán que un uruguayo en los balcanes no sea algo tan distinto a un kosovarí en Kosovo.
“Cuando la humanidad se pregunta qué es la felicidad, cuento la historia de Suárez en Kosovo. No es feliz en todo momento. Tampoco es seguro que en los días de lluvia caigan gotas”