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una nube viene

manuel álvarez

Una nube viene, de Manuel Álvarez, es una novela que se construye sobre dos historias separadas por el tiempo pero unidas por el peso de una amenaza latente. Por un lado, el terremoto de Chillán en 1939. Por el otro, la pequeña localidad de Las Cuevas, en Mendoza, en 1965. A través de capítulos alternados, la novela sigue a dos protagonistas —el doctor Jorge Fuenzalida y Alfredo Zinder—, cuyas vidas comienzan a dialogar a medida que avanzan las páginas. El autor no apura la narración y se hace fuerte en la forma de mirar lo cotidiano. Se detiene en los gestos, en el ritmo del entorno, en lo que se dice, pero principalmente en lo que se calla. La cordillera, el clima, descriptos con precisión, pero sin exceso, trabajan la atmósfera y modelan la sensación de que algo va a pasar, aunque no se sepa muy bien cuándo ni cómo. Eso mantiene al lector dentro de un clima contenido, denso, pero también profundamente humano.

A lo largo del relato, las piezas de la historia comienzan a encajar con paciencia. El misterio se va armando de forma sutil, sin golpes de efecto. Una nube viene no es solo una novela sobre desastres naturales, sino también sobre las formas en que esos desastres se reflejan en las relaciones humanas, en las decisiones que se toman cuando todo parece inestable, a pesar estar narrada en un estilo sereno y cuidado.

Manuel Álvarez nació en Buenos Aires en 1986.
Publicó la novela A ninguna parte por la editorial Barenhaus en el año 2019, que fue seleccionada para participar en el festival de Semana Negra de Gijón 2020

Además, publicó el volumen de cuentos Nadie sale de acá por editorial Azul Francia en el año 2022, y la novela Las horas chicas por Baltasara editora.

Es editor literario en Chelsea Hotel Mag y reseñitas literario en Revisa Otra Parte.

fotografía

hotel puente del inca

En plena cordillera de los Andes, el Hotel Puente del Inca era una joya arquitectónica de estilo inglés que ofrecía lujo y confort a 2.700 metros sobre el nivel del mar. Frente a él se encontraba la imponente formación natural de piedra que le daba nombre: el Puente del Inca, un arco rocoso teñido por minerales, cruzado por las aguas termales del río Las Cuevas. Con 70 habitaciones equipadas con bañeras que tomaban las aguas directamente de las nacientes del río, con reconocidas propiedades curativas, y una oferta de servicios que incluía cine, canchas de tenis y una gastronomía de primer nivel, el hotel se convirtió en un destino predilecto para la élite argentina y extranjera. El Ferrocarril Trasandino facilitaba el acceso directo desde Buenos Aires, permitiendo a los huéspedes arribar con sus baúles y expectativas de descanso o curación en un entorno natural imponente.

El 15 de agosto de 1965, tras intensas nevadas, un alud descendió del cerro Banderita Sur, arrasando con el hotel y dejando solo en pie la capilla cercana. Horas más tarde, otro alud sepultó la villa de Las Cuevas, causando la muerte de 40 personas, en su mayoría empleados del ferrocarril y dos soldados. El desastre marcó el fin de una era de esplendor y dejó una huella imborrable en la memoria de la región.

Al ser unos de los escenarios del libro, acompañamos esta entrega con una fotografía antigua que aún se conserva del hotel. Hoy, ese terreno está completamente desierto y nunca más volvió a levantarse una construcción semejante. Solo queda el silencio, la vista del puente mineral y, a unos metros, la pequeña capilla que resistió lo que todo lo demás no pudo.

terremoto

pablo neruda

Chile ha sido, a lo largo del siglo XX, un país marcado por los terremotos. Talca en 1928, Chillán en 1939, Valdivia en 1960 —este último, el más fuerte registrado en la historia moderna, con una magnitud de 9,5—, forman parte de una secuencia de catástrofes que no solo afectaron estructuras y poblaciones, sino también el imaginario colectivo de todo el país. La intensidad de estos eventos generó registros fotográficos, crónicas periodísticas e informes técnicos. Claramente, también estas catástrofes fueron funesta inspiración para libros y poemas.

Pablo Neruda, indiscutiblemente la voz poética más importante de Chile, tiene varios poemas atravesados por el dolor de varios de los terremotos que sacudieron Chile, así para acompañar el libro del mes, elegimos “Terremoto” como representativo de esta entrega..

Si bien no existen pruebas concluyentes de que el poema haya sido escrito específicamente a propósito del terremoto de Chillán de 1939, su fecha de publicación permite al menos una lectura vinculada. El poema aparece en la primera edición de Canto general, publicada en 1950, apenas once años después del sismo, y en un momento en que sus consecuencias todavía formaban parte de la memoria reciente del país. En ese contexto, no resulta forzado pensar que esa catástrofe haya estado presente en la escritura o en el trasfondo emocional del texto.

aconcagua

los jaivas

En 1982, Los Jaivas publicaron Aconcagua, un disco que consolidó su propuesta única: la fusión entre rock progresivo, música folclórica latinoamericana y un espíritu decididamente cósmico. Titulado en honor al pico más alto de América, y según sus integrantes, pensando exclusivamente para un público extranjero,  el álbum funciona como una suerte de cordillera sonora a la que a travesar para alcanzar audiencia en nuevos territorios.

 

Grabado y mezclado en los estudios Sonotec en Santiago, Chile, Aconcagua reúne grabaciones realizadas a principios de la década de 1980, incluyendo composiciones de épocas anteriores, regrabaciones de temas antiguos y nuevas melodías creadas durante las giras europeas del grupo.

Instrumentales como Takirari del Puerto o Mambo de Machaguayi muestran la maestría de Los Jaivas para dialogar con lo ancestral sin caer en la nostalgia. Por el contrario, revitalizan lo antiguo con una fuerza vital que atraviesa sintetizadores, guitarras eléctricas y percusiones andinas y, como en Una nube viene, expresan de forma unificada, la sensibilidad de dos tiempos discordantes

terremoto

Mark Robson

En 1974, el director Mark Robson estrenó Earthquake, una superproducción de Hollywood que reflejaba, con los recursos técnicos de su época, el terror colectivo frente a una de las catástrofes más temidas: el terremoto urbano. Ambientada en Los Ángeles, la película narra el colapso de una ciudad entera tras un sismo de gran magnitud. A través de un elenco coral —protagonizado por Charlton Heston, Ava Gardner y George Kennedy—, la historia combina escenas espectaculares de destrucción con conflictos humanos que se intensifican al ritmo del temblor.

Elegimos esta película para acompañar la entrega del mes porque, más allá de estar ambientada en otro contexto geográfico, comparte con el libro del mes una misma preocupación: la transformación repentina del entorno y sus efectos inevitables, aun sin ofrecer una lectura profunda ni pretende dar explicaciones.

Lo que distingue a Earthquake en el panorama cinematográfico de catástrofes no es solo su despliegue visual, sino el uso pionero del sistema Sensurround, una tecnología diseñada para que las butacas del cine vibraran al compás de los temblores representados en pantalla. El objetivo era claro: que el espectador no solo viera el terremoto, sino que lo sintiera en su propio cuerpo. De ese modo, la película funcionó como una experiencia sensorial completa y como una forma —teatralizada, sí, pero también inquietante— de reflexionar sobre la fragilidad de las grandes estructuras modernas creadas por el hombre, frente a las fuerzas naturales.

jarilla

La jarilla es una planta típica de las zonas áridas del oeste argentino, especialmente en la región de Cuyo. Se la reconoce por su aroma intenso y su resistencia a climas extremos. Al prepararse como infusión, ofrece un sabor herbal, ligeramente amargo y muy característico. Tradicionalmente se la ha utilizado en la medicina popular por sus propiedades digestivas, antiinflamatorias y como sudorífico natural.

Elegimos incluir esta infusión en esta entrega porque la jarilla representa muy bien el paisaje de Las Cuevas, uno de los escenarios principales del libro. Es una planta que crece en condiciones adversas, en medio del viento y la piedra, y eso la convierte en un símbolo de resistencia y adaptación, tópicos presentes en el libro del mes, situada entre la cordillera mendocina y la ciudad chilena de Chillán.

Modo de preparación: colocá una cucharadita de hojas secas por taza, agregá agua a unos 90 °C (antes de que rompa hervor) y dejá reposar entre 7 y 10 minutos. Se puede tomar sola o endulzada, y también combinar con otras hierbas como menta o manzanilla para suavizar su sabor.

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Manjar